Este Blog quiere ser un encuentro con los poetas escritores, periodistas, cronistas y todo lo que se mueve en torno a la palabra en la ciudad de Medellín.
miércoles, 27 de octubre de 2010
DIARIOS DE ALEJANDRA PIZARNIK
LOS DIARIOS DE ALEJANDRA PIZARNIK
Luz Ángela Rendón
A treinta años de su muerte, se publicaron en Argentina los diarios y la prosa completa de la poeta Alejandra Pizarnik, los diarios fueron recortados y censurados excluyendo (como sucedió en el pasado con gran parte de la obra en prosa y por voluntad propia de la autora) aquello que además de resultar ofensivo para algunos, no tenía mayor valor literario; no obstante y a pesar de lo polémico de la elección, la información que brindan es lo suficientemente valiosa para estudiosos y admiradores de Pizarnik y motivo suficiente para celebrar el suceso y recomendar su lectura. (1) Ellos son un testimonio fiel e inteligente de su proceso creativo, es decir que pueden leerse como la mejor lección de escritura, pero también como una historia de vida aunque este no era para nada el propósito de su autora; fueron para ella refugio y laboratorio, escribía en ellos por necesidad -anímica, sicológica- , pero también con la idea de que más adelante pudiera convertirlos en su novela. En todo caso es evidente que no le interesaba dejar memoria de su vida, al menos entendida como su vida pública.
Siempre tuvo la idea de la novela, desde el principio. Cada que deseaba algo, deseaba también lo contrario -y en este movimiento a veces llegaba hasta a desearlo todo a la vez, terminando en el vértigo y la perplejidad-. Quiso escribir poemas breves e intensos como un alarido en la noche y lo hizo, pero entonces tuvo la necesidad de experimentar lo contrario de lo que ellos le dejaban; quiso no morir más de inmanencia, salir de sí misma y decir cosas más lentamente, hallar alguna forma de continuidad al hablar, no hablar más a gritos. El diario le proporcionaba algo de esto pero en la medida que no se trataba de un lenguaje trabajado sino natural, ese alivio a sus necesidades no hacía más que alejarla de su objetivo de ser y expresarse de otra forma; por eso no deja de recriminarse e inculparse por no comenzar de una vez a trabajar en la novela y en cambio sí seguir escribiendo libremente en su cuadernillo. En algún punto del trayecto, a los 22 años, escribía:
“Pierdo los días, la vida, el sueño. Pero yo no tengo la culpa si deseo, a la vez, la muerte y la vida. al mismo tiempo, a la misma hora. Nada podré hacer si no me impongo un método de trabajo. Y en primer lugar un método de aprendizaje literario. Si yo tuviera el lenguaje en mi poder escribiría día y noche, pues es lo que màs deseo. Pero ya es obsesiva mi desconfianza en el manejo del idioma. Y la novela se convierte en utopía. Cómo estudiar, y trabajar, y leer, y escribir. Y lo quiero todo al mismo tiempo. Y también embriagarme, y ver amigos y angustiarme, y asistir a todos los [tachado]. Pero sobre todo angustiarme y querer morir porque quisiera todo y sólo soy nada. ¿Qué significa mi abuso de la conjunción y? ¿Qué sino prolongar hasta el infinito cuestiones que es necesario resolver ahora y aquí? (2)
Y un año más tarde:
“Duermo mal. Algo me urge y al mismo tiempo algo me estanca. Ganas de lanzarme y de quedarme clavada. Interés e indiferencia. He temido la locura. Estoy también segura -o calmada- respecto de mi fortaleza mental. Pensé en el amor. Esperanza y desesperanza. Superficial y profunda. Ängel y demonio. Genio e idiotez. No puedo morirme, me disperso, me ilusiono, me desespero. Estoy y no estoy en el mundo. Quiero y no quiero. Pensé mucho tiempo en el escribir y quiero aprender. Presiento un lenguaje mío, un estilo que no se dio nunca, porque será mío. A la casa de él, entonces. Quiero escribir en prosa. Hoy llamé a O. Me alteró su voz. No quiero analizarme. Mi única salvación es comenzar a pensar, es decir, interesarme por objetos concretos. Basta de absolutos, basta de la nada.” (3)
En el plano de la expresión, el conflicto entre poesía y prosa da lugar a declaraciones como las siguientes.
“Quiero escribir cuentos, quiero escribir novelas, quiero escribir en prosa. Pero no puedo narrar, no puedo detallar, nunca he visto nada, nunca he visto a nadie […] La poesía me dispersa, me desobliga de mi y del mundo. Pero contar en vez de cantar. No sé. Es como el lápiz mágico con el que soñaba de niña: que supiera, solo, multiplicar y dividir. Así ahora, me gustaría escribir novelas en el sentido más realista y tradicional que existe”. “no sé por qué me parece que una novela sí es un verdadero acto de creación. Porque la poesía no soy yo quien la escribe.” “La idea de escribir una novela al estilo “ortodoxo”, es decir, narrando, significa elegir lo que es más opuesto a mi naturaleza” Ahí va otra vez en pos de su sombra y percibiendo el otro lado de su poesía: “Es como si hubiera descubierto lo intolerable y lo imposible de la poesía. Me horroriza el lenguaje poético y a la vez, me repugnan los poemas en lenguaje oral” “Cada vez que interviene la razón, que me preocupo por leyes de armonía -heredadas o no-, que escamoteo y sustraigo del caos, la mentira se me vuelve evidente, se aparece como si fuera una visión o como si fuera una revelación sobrenatural” “El peligro de mi poesía es una tendencia a la disecación de las palabras: las fijo en el poema como con tornillos. Cada palabra se hace de piedra. Y ello se debe, en parte, a mi temor de caer en un llanto trágico. Y también el temor que me provocan las palabras” También cuando escribe el diario, no deja de percibir las varias caras de ese escribir: “Tal vez me hace daño escribir este diario pues me proporciona la fantasía de una falsa facilidad literaria. Preferiría estar cinco horas frente al escritorio y escribir solamente dos líneas que estar dos horas y escribir cinco páginas que luego deberé reducir a dos líneas. Lo que me molesta es la escoria” “en verdad no quiero escribir por compromiso o mejor dicho no puedo escribir por compromiso. No sé por qué siento que vengo haciéndolo desde siempre, excepto este diario, este y los demás diarios, en los que me quejo y protesto con cierta libertad -palabra que no debería decir nunca” “el destino de este diario, hallar en él algo a modo de continuidad”
No se encuentran revelaciones propiamente dichas en estos diarios, nada que no esté ya en la obra y mucho menos que la desmienta, en lugar de eso se ponen sobre la mesa –así sea parcialmente- todas las piezas del rompecabezas de su personalidad, y se comparte con ella, entre la emoción, la sorpresa y la fatiga el infierno de su lucidez. Está por ejemplo la carencia afectiva, presente de principio a fin, confabulándose con su exigente y agotador “método” de escritura para acelerar su destrucción
Es tal su imagen de escritora entregada y consagrada por entero a su trabajo, que no deja de sorprendernos cuando nos encontramos de frente con las dudas naturales del comienzo. El diario comienza en 1954 a los 18 años. Sus inicios están marcados por conflictos idénticos a los de cualquier joven -entre la disipación e indisciplina de la juerga y la seriedad y adultez de la disciplina de trabajo- e idénticos a los de cualquier escritora en ciernes -profesión, enfrentada a (¡oh sorpresa!) los hijos y la vida de pareja-. En 1955, año en que publica su primer libro, Alejandra habla sobre su temor a errar en la elección de su vocación. Se dice que habría que comenzar pues por renunciar a la vida de hogar; los ejemplos conocidos así lo confirman, después de hacer un breve repaso de escritoras célebres, son mayoría las que sólo le merecen desprecio: ¡galeotes dramáticos!, aridez sublimada, dice para referirse a ellas, sólo Catherine Mansfield -con la que se identifica varias veces le parece convincente “pero sus tareas eran análogas y la mayor parte del tiempo estaban separados”, concluye. Pero, ¿y si después pasa que no es capaz de hacerse escritora?, ¿si sòlo se engaña al creer que tiene las capacidades para hacerlo? entonces no sólo habrá fracasado en un terreno, sino que su vida toda, hasta sus momentos más dichosos y su propio nacimiento “habrán sido vanos e inútiles”. Con el tiempo, la posibilidad del amor se volvió cada vez más remota; para amarla habría que viajar también a encontrarla detrás del espejo, nadie era capaz de soportar su amor de niña desvalida, delirante y autodestructiva, ella por su parte, cada vez se convencía más de que sólo podía amar a un ser que encarnara el amor surgido de su imaginación, y de que la encarnación de tal ser era imposible que se diera en una sola persona real.
Las dudas sobre la vocación iban más allá de lo afectivo; también sorprende oírle decir: “temo que mis deseos de escribir no sean más que medios para conseguir el fin anhelado, éxitos, gloria, fé en mi.”. Y aún más, enterarnos de que hubo un tiempo, antes de tener 18 años, en el que “Pensaba que la fé era importantísima. Pensaba que la muerte no es para mí. Ni la soledad. Ni el arte.”.
El temor a las consecuencias de esta renuncia vuelve a expresarse años más tarde: “No sólo la muerte da sentido a la vida. Esta verdad ha encarnado en mí. En suma, más que la angustia y la muerte, me preocupa mi carencia amorosa [,,,] ¿cómo no lo comprendí? ¿cómo hube de pensar en mi futuro exilando el amor? Esta mano helada cerrando mi presente, esta espada pavorosa que anonada mis impulsos, esta sensación inocua de que todos mis actos son irrisorios como si se desarrollaran en un escenario de cenizas, todo esto, es mi carencia de amor.” (4)
Y en diciembre de 1962: “De nuevo. Saber de nuevo que es preciso aprender a vivir sin amor. Cada vez que me lo hacen saber me asombro. Y es lo primero que supiste. Lo sabes desde que cumpliste un minuto de vida.” Y en diciembre de 1966, lúcida e impotente, reconoce que se traicionó a sí misma: “Por más que trate de estilizar mi pensamiento hasta hacer de él una espiral o una flecha debo reconocer la verdad: mi sola preocupación es lo erótico. Y en este sentido soy una cobarde que no se oculta de saberlo. Ir hasta el fondo de lo erótico es mi única necesidad, es tal que no lo diferencio de mi” Y en 1971, a un año de su muerte: “…Como si escribir me estuviera prohibido. ¿Y por qué no me estaría? La escritura, el sexo: mi ausencia actual de estos dos pilares de sabiduría”
Para ella, -dijo también alguna vez en su diario, sólo era posible vivir “si en la casa del corazón hay un buen fuego”
No obstante todo lo anterior, ello no impidió que -durante un tiempo- la de la enamorada fuera una de sus voces preferidas, con la cual escribió algunos de sus poemas más memorables.
A pesar de lo esencial que resulta el tema, este no ocupa mucho espacio dentro del texto ni siquiera durante los primeros años; el clima predominante a lo largo del mismo es más bien el de la angustia del escritor enfrentado a sus límites como ser humano por obra y gracia de su trabajo; angustia interrumpida ocasionalmente por esfuerzos autoafirmativos desesperados. Y aún así, la belleza no está ausente, ni en el lenguaje, ni en la misma historia. A propósito, en una de las muchas apreciaciones sobre arte que incluye, dice después de leer teatro de Yukio Mishima y compararlo con el cine de Bergman: “en ambos la demostración de la futilidad, del absurdo de la existencia humana, encarna en imágenes oníricas y en conceptos breves, terribles, bíblicos. Siempre me ha sorprendido y maravillado que se pueda realizar obras bellas partiendo de la imposibilidad de la felicidad o del absurdo de la existencia.”
La libertad de expresión se manifiesta en la mezcla de formas de composición y de recursos para hablar de sí misma. Están sus visiones, largos párrafos e incluso páginas enteras en los que se enlazan entre sí una serie de imágenes, formando un cuadro o escena, y seguidas a continuación por el monólogo del yo que mira y analiza. Están los sueños, que siempre aparecen como tales (al parecer principalmente cuando se trata de los que le resultan o demasiado enigmáticos o con un significado evidente). Aparecen dos o tres poemas, es decir, escritos en verso; uno de ellos en su “idioma de broma”, una especie de trabalenguas aparentemente sin sentido. Aparecen también dos cuentos cortos en los diarios de París (años 1960-1964), la única parte del diario que fue corregida e inclusive publicada parcialmente. Hay muchas pequeñas historietas, a veces contadas y otras consideradas y analizadas a distancia como “tema para un cuento”. En un par de ocasiones, al comienzo, encontramos airadas quejas, que conservan un poco el tono (otra vez, ¡oh sorpresa!), de un manifiesto en contra del medio artístico y cultural de Argentina. Hay diálogos; al menos dos, uno que da inicio al libro (pretendidamente humorístico, entre un pintor famoso, un pintor principiante, un poeta maduro, un poeta principiante y un estudioso del sicoanálisis, sobre el tema de la pantaleta obsesiva) y otro dentro de los cuentos mencionados. También en los comienzos, las plegarias son frecuentes, casi siempre en cumpleaños o comienzos de año; igual sucede con los inventarios existenciales o espirituales que dan como resultado pequeños poemas en prosa autobiográficos. (Muy al principio se tiene la impresión de una voluntad deliberada de utilizar el lenguaje de la poesía pero eso pronto desaparece)
Un par de ejemplos de esos inventarios y esas plegarias -algunos de gran belleza y fuerza expresivas-:
“La viudez de mi destino enmarcó mis huesos. Tengo lo oscuro que vaga silbando en mis aterrorizadas vísceras. Tengo la jocosa maraña de inimaginables plebiscitos artísticos. Tengo la burda emboscada de mi ardor innato. Y tengo mucho más que no digo pues ya es tarde. Muy tarde. Tengo dieciocho años”
“Con las manos tendidas y el pájaro herido, balbuceante y sangriento. Con los labios expresamente dibujados para exhalar quejas. Con la frente estrujada por todas las dudas. Con el rostro anhelante y el pelo rodante. Con mi acoplado sin freno.
Con la malicia instintiva de la prohibición. Con el hálito negro a fuer de tanto llanto. Heredé el paso vacilante con el objeto de no estatizarme nunca con firmeza en lugar alguno. ¡En todo y en nada! ¡En nada y en todo! “ (5)
En enero de 1960, al comenzar sus diarios de París:
“Que este año me sea dado vivir en mi y no fantasear ni ser otras, que me sea dado ponerme buena y no buscar lo imposible sino la magia y extrañeza de este mundo que habito. Que me sean dados los deseos de vivir y conocer el mundo. Que me sea dado el interesarme por este mundo”
La siguiente no es una plegaria, ni siquiera un ruego, apenas un suave pedido pero el más importante y definitivo y uno de los fragmentos más hermosos de todo el libro:
“Alma querida: si me dijeras: respira callada; el aire augura formas completas; luces extrañas se avecinan; pies azules pisan manos verdes por venir a defenderte. Si me dijeras: respira, mi confiada; la luna no monta cuervos; podrás hablar en futuro sin asfixiarte; nadie muere en tu memoria; no tienes por qué realizar funerales mentales, empresa demasiado seria para tus ojos delicados. Tómale el pulso a un pájaro que tenga colores vivos: verás que te sumerges en un puro despertar. Alma querida: si me dijeras: no busques más, ángel abrazado, no bebas más, no dejes que te la hagan, si me dijeras como me dijiste: el horizonte atroz se equivocó de nombre. No eras tú la esperadora de un barco fantasma. Abandona tu muelle de perros hambrientos. Origina de inmediato un espacio musical donde dejar nuestras desnudeces. Alma querida: si estuvieras, si me dijeras, si vinieras, si me salvaras.” (6)
“A veces es ella hablando de sí misma, y otras es ella hablando de una mujer cualquiera -a la que se refiere con el pronombre y, alguna vez, una sola, al hablar de su imagen públicamente aceptada de poeta, con las iniciales de su propio nombre, modalidad esta última, que utiliza en el 99% de los casos para nombrar a los que aparecen en su diario-; una sola vez también, al hablar de la carencia de amor, en vez de decir yo dice nosotros. (Muchas veces el yo es pasivo, en lugar de ser quien ejecuta la acción, es un lugar en el que se ejecuta la acción, pero esto obedece a otro asunto.)
El placer de los sentidos, que más tarde y por mucho tiempo hasta el fin de sus días se tornó en dolor insoportable, aparece también en una primera época y es reconocido como experiencia fundamental, única capaz de proporcionarle una base firme -pero efímera-. Su alegría con el paisaje, marino, citadino y hasta doméstico, da lugar a emocionadas descripciones.
“[…] cuando siento cada trozo, cada milímetro, cada color, cada baldosa que vuela a mi perfección; sí, cuando siento que mi sentir se amplía infinito y todo lo traspasa, todo ¡ah! ¿Habría mil ejemplos, mil momentos, mil situaciones! Entonces, cuando miro, huelo, oigo, recuerdo, siento; mi ser ya no espera. Mi ser vibra con los sentidos erguidos, atentos en su puesto. Cuando mi alma se espera en las sagradas nimiedades y recuerda su elección en potencia, ya no se angustia buscando rutas seguras. ¡No! No hay angustia que alcance su nivel. Ni desesperación. Ni dolor. No existe vocablo alguno en el cual invertir mi sensación en ese momento” (7)
Excepto estos escasos momentos y aquellos -escasos también- en los que se hace una con el poema y arde en él, siempre está escindida, desgarrada, siempre en pos de su sombra, se niega a afirmarse, a fijarse en una imagen de sí misma. Ella, que dejó de ser mujer para ser poeta y asesinó a ambas, hizo una poesía que sigue siendo para muchos la mejor que cualquier mujer haya escrito en español –en casa de ciegos el tuerto es rey, decía-; y su experiencia de vida sin duda fue, para ella misma y para nosotros que la miramos desde lejos, más rica e intensa que la de la mayoría de las mujeres ayer y hoy. Así de paradójica es la condición humana. Y esto lo supo tan bien, que no dudó nunca a la hora de escoger entre la falsa unidad que le ofrecía su máscara de escritora, y su urgencia por seguir sus propias voces. Probablemente esto sea lo mejor de toda la historia.
NOTAS
(1) Pizarnik, Alejandra Diarios, Barcelona, Lumen, 2003
(2) Ibíd., pp.121-122
(3) Ibíd., p.139
(4) Ibíd., p.107
(5) Ibíd., p. 130
(6) Ibíd., p.191
(7) Ibíd.,p.136
martes, 19 de octubre de 2010
POETA MARTA QUIÑONEZ
Una carta para Medellín en sus cumpleaños # ?
A Medellín
Desde aquí, desde esta altura del sueño y la marginalidad te veo allá abajo, gloriosa Medellín, cercada por tus enormes edificios. Una nube gris-amarillenta te arropa generosa, ofrendándote su estela contaminada.
A está hora de la noche tu cielo truena como si antiguos gigantes del Olimpo lucharan a muerte para protegerte; el destello de sus espadas entra por las rendijas bajas de la puerta trasera de mi casa.
Ah! Hermosa Medellín, aún con el invierno indiferente, derrumbando el sueño de miles de desposeídos, tus plantas siguen floreciendo y los árboles que no arrasa la borrasca, siguen en pie, cambiando de color del alba al cenit y de éste al nadir. Medellín, hermosa e inmunda, ciudad de todos los abandonos, nos complaces a todos con una aparente vida que no pudimos soñar en otros lugares, nos seduces y nos avientas de tu vientre como desechos vivos; hombres y mujeres venidos de todos los rincones de la vida o nacidos bajo tus propios rincones de blancos e inhumanos hospitales. Despertamos, alegres a veces frente a la esperanza que nos muestras con muecas de burlas, imaginando que viviremos cien años y uno en paz. Otros amaneceres, nos despiertas sobresaltados por el ruido que producen las balas rasgando el aire, buscando cuerpos donde detenerse, no sientes pena del alba que apenas se anuncia.
Escabrosa y lujuriosa Medellín te escribo desde este bunker de la zozobra en la comuna que desconozco su numero, porque a todas las tienes fichadas, pero que percibo el fervor de los vecinos levantando el sueño de una casa al pie de la quebrada con el temor de que ella se la arrebatará, pero los sueños son promiscuos como la vida y aquí estamos todos reunidos, todos los malditos de la tierra, los pobres, los sin pan, los arrendados, los parias, aquí nos vemos todos los días los rostros y a veces somos tan parecidos que ni siquiera nos miramos, es suficiente con sabernos, con justificarnos unos a otro desde el silencio o imaginándonos unos mas pobres que otros.
Yo nueva en la comuna antigua ni siquiera soy una extraña, hago parte de tu atuendo cotidiano, salgo al rebusque como todos a vender mis sueños de poeta, a ofrecer todas las miserias que he acumulado en tu tierra por veinte años, empastada al rústico amada Medellín, tal vez sea ingrata contigo pero tengo que decirte, o hacerte pública desde mi escritura que tú no me las has dado, vine con ella al desierto de la tierra, fue el único pan que me echaron bajo el sobaco, he sido como Jesús, digna hija de un dios sin dignatarios en la tierra, soy también su iglesia, cristiana ciudad arrabalera; tengo que decirte estas cosas ahora que lo piden tus escribanos y dignatarios acomodados, que escriba algo de ti en tus cumpleaños, en los míos escribo poemas ateridos de soledad, te cuento que es mi compañera permanente, como tú estoy rodeada de gente y estoy sola. Pero no estoy hablando de mí, estoy hablando de ti, querida y estimada “big city.
Te escribo palabras para celebrarte, pero no temo decirte que cada noche el desasosiego entra conmigo a la casa -no el de Pessoa, ni el de la vida- el que nos da tu aparente paz, que es la paz de los vencidos y de los muertos. Tus fusiles en manos de adolescentes que nacieron muertos o como dijo tu ilustre alcalde cuando se daba dotes de escribirte desde la “otra” comuna “con la lapida colgando en el cuello”, ellos patrullan tus calles, son los caballeros jóvenes, los mensajeros de la parca. A ellos temo también, ya temo a todo, que horro vivir con temor, pero afortunada yo que todavía el temor cabalga solo en mi corazón y no en mi conciencia. En la jornada de un día agotamos la jornada de la vida, que la noche anterior la prometía con calor y pan, unos lo logramos, otros no pudieron, pero creen que mañana será posible, ellos siguen creyendo, yo con los años voy perdiendo, voy creyendo menos, pero eso no importa Medellín, no te regale ni un hijito, no alimenté tu vientre con mi vientre, alimento tu desazón con mi desazón, de alguna manera estamos a mano. Esta madrugada el estallido de “aparentes” seis balazos cruzaron el aire y estallaron cerca de mis oídos, he despertado sobresaltada, son las cinco y cuarenta y dos minutos, sé que ya muchos obrer@s que consumes en tus fábricas van en tus buses hacia el desaguadero del alma, pero yo me rindo Medellín, me rindo a ofrendarme a este orangután monstruoso que cultivas con almas generosas y menesterosas de tu pan. Quisiera cantarte mejor, como te cantan los poetas que invitas cada año y ellos generosos de tu generosidad, te escriben un poema y en una lengua que desconoces y que desconocemos tus hijos menesterosos nos leen el poema excelso que te han escrito (buscare algun ejemplo) todos tus hijos mas afortunados y que a su decir, ellos entienden el sagrado mensaje de la poesía, aplauden hasta que las manos parecen que van a sangrarles, tal vez ellos si te entienden querida Medellín, yo no.
El invierno te colma de misterio, a mí de frío hasta los tuétanos, amarga Medellín, amada Medellín. A cada una de tus calles le he cantado y la he maldecido. Tú, ciudad de primavera, me has arañado el vientre desde que tengo veinte años, me he embriagado en tus bares y cantinas, he conocido con la vista triste e iracunda tus niñas putas y mendigas y tus proxenetas malditos por siempre, deberías avergonzarte con toda tu tristeza ciudad de todos los afanes, cosmopolita Medellín. He detenido la vista en tus viejos edificios, mientras sus lozas de mármol traído de antiguos países, se desprenden de cansadas, para abrir y lacerar el cuerpo de tu hija, transeúnte desprevenida, desconocida, la indiferencia de los otros peatones y el miedo a que siguieran ellos, los ha obligado a abandonarla mientras se desangraba, de seguro murió en uno de tus hospitales de inmunda e hipócrita caridad.
Conozco el olor de tus calles, calles que en antaño fueron la gracia y deleite de tus hijos ricos, ahora son la vivienda de tus hijos miserables, mendigos de todas las calañas te tratan como tú los tratas a ellos, tus calles son el lugar predilecto para ellos inundarte con su podredumbre interior, el olor a excremento y a orines es insoportable para cualquier transeúnte de tus adoradas calles, el olor a “mierda”,(no hay sinónimos en el Rae) traspasa todo intento de comprenderte, estimada ciudad de todos los adioses. En ellas veo tu vientre, escucho el latido de tu corazón, no sé si estás triste o alegre con tus andenes teñidos de sangre, con tus esquinas hechas basureros a pesar de todo el esfuerzo de tus EEVVM, los chulos bajaron del campo, donde no falta uno que otro muerto que comer, pero tus barriadas los alimentan sin problemas; tus esquinas son el temor del caminante, la noche es algo vetado para los espíritus libres que aún posees, para los jolgorios de los noctívagos que aún persisten en tus calles.
Tengo miedo del miedo mi querida y cantada Medellín. De los muchos que he conocido por tus calles y anfiteatros del arte, andan como por un cielo prometido o ya son muertos y aún no saben, ellos se juntan en tus ferias a tomar vino pastoso, que compran por gran vino, nunca miran de frente, aúllan ante la alegría de los otros, pero si vos los vieras mostrando los dientes, te asombrarías de cuan duro te muerden, la desidia, la envidia, la rabia perruna duerme en sus labios, porque ni corazón han de tener, esto es fácil detectarlo en sus letras y cantares, prostituyen tus jóvenes genios féminas, en procura de la buena literatura; son como vos Medellín grises, tristes y ahumados como vos, con la claridad que en ellos también florece la primavera, pero todas su flores huelen a muerto, pero en realidad no es claridad, como pudiera decir esto, bueno dejémoslo así, espero que no me pongas mas problemas, ok., para comenzar a hablar con tu bilingüismo muerto de hambre y falto de acento de indiana jones.
Por último te alabo, porque todos mis sueños juveniles murieron en tus calles, pero ésta que soy te perdona todos los agravios recibidos y espero que tú me perdones los que yo te he ofrendado con tanto cariño como ofrendo todo lo que doy sea odio o sea amor, tú me has permitido conocer gente que quiero de verdad y me has permitido quererte, recibo el odio de tus hijos racistas, con el mismo cariño con el que les ofrendo el mío; he conocido almas nobles en tus barrios asesinos, almas que sueñan con la primavera estallando cada amanecer y no con la noticia del hijo muerto en el anden vecino. He acompañado parientes de conocidos hasta su última morada, las que tu llamas poéticamente “Campos de Paz” o “Jardines de la fe”, hasta en la muerte, eres poeta Medellín, llamas por su nombre al último lugar donde reposaran por cuatro años los huesos que cargaron un cuerpo quince o mas años; mira no más poetiza Medellín, como llamas al lugar donde van los parias de tus calles, los que vivieron en tu tierra de nadie como “niebla y noche”, los que no existieron para ti, los mandas a descansar por cuatro años “acostados” y eternamente revueltos entre ellos, como vivieron la vida, al “Cementerio Universal”, eres increíblemente perversa e inimaginariamente poeta Medellín.
Esta manera mía tan particular de celebrarte va a dolerle a los emisarios del arte y de la esperanza de vientre hinchado que resguadan tu ciudad de los comunistas de la vida o como bien los llamas “anarquistas sin anarquismo” o “rebeldes sin causa”, tal vez te de un nuevo motivo para que tus “bequitas quitahambres” no lleguen jamás a mis manos que dolorosamente esperanzadas de la palabra libre, se han estirado hasta ti, con la conciencia de que te reías de mí. Así, querida Medellín celebro tu suerte de vencida, el mal se ha posado en tu aire y es todo lo que respiramos; tal vez los custodios de tu suerte puedan salvarte, ellos, los pacifistas, los amansadores de tu destino, de tu “money”, de tu “gold luck”, los que en momentos históricos de su vida te colgaron literalmente “la lapida al pecho”, ellos, que pensaron que eras “un pelaito que no iba a durar nada”, los que en nombre tuyo llenan las manos de niñas hambrientas de rosas viejas y de polvos escapatorios, esos que dicen conocer tu vientre, tu alma y tus sueños desnudos en lo alto de tus montañas, esos que te hacen pública, que te venden como si fueras una puta egipcia, en certámenes internacionales y por supuesto nacionales, que crean paz con festivales, que hacen eterna tu fluorescencia con luces de neón entre cuentos y cuenteros; tal vez creas que esos son los que te aman Medellín; digamos que es así: Aquí, encaramada en las “Colinas de Enciso”, (no se si conoces este nombre), donde la vida comienza desde las cinco y cuarenta y dos minutos de la madrugada con cuatro balazos rasgando el aire, abatiendo la calma de los sueños, porque ni pájaros hay en este monte que canten el nacimiento del día, se que vas a seguir odiándome, pero no importa, tengo mi manera de cantarte y hasta en eso te soy sincera; ya me imagino los panegíricos idolátricos que recibirás ese día glorioso, las suculentas cenas que se comerán de cuenta del erario publico y en tu nombre, donde solo los elegidos tendrán silla, se reirán de ti y de mí, pero en el fondo que nos importa Medellín, que importa nada ya. Sabes castigar muy bien tus huéspedes rebeldes, sabes mantener tranquilas las conciencias de quienes te critican, sabes bajar un globo del cielo para que no encienda el techo de paja que te cubre.
Quería terminar esta carta diciéndote algo mas esperanzador una noche después pero seis balazos rasgan el aire a las diez y veintisiete de la noche de domingo, el último día que inventó el creador para que descansaras, tú no te cansas ni siquiera el día sábado, el día sagrado de los judíos. De todos modos te voy a dedicar un poema Medellín, un puñado de palabras recogidas en tus calles:
XVII
Estoy ebria
de ver la ciudad
con hambre
hambre
cabeza - tronco
manos - piernas
con necesidades fisiológicas
con olor a orines viejos
hambres que se fecundan
en la estéril existencia
salgo en la mañana a vivir
sólo encuentro hambre
vestida de obrero
de cansancios
de interrupciones
hambres de siglos
de pan
de negación
¡dios dónde nos cabe tanta hambre!
(Para que recuerdes a los desposeídos que te habitan en lo alto, a donde solo llega la vorágine de tus soldados salvares, ellos me han dictado este poema para que te lo dedique en tus cumpleaños, piensan que me escucharás, yo no creo, pero ahí te lo dejo…)
La lluvia y la quebrada hacen mas persistente la agonía de este domingo. Te deseo pues un cumpleaños, como lo celebran tus comunas, con pólvora y con balas o en su defecto voladores y que por lo menos ese día los señores del anfiteatro municipal sean invitados a tu cena de gloria, ellos son los que maquillan tu muerte cotidiana; se agradecida Medellín, invítalos a tu fiesta, dales la noche libre, yo te celebraré con una cerveza y tal vez te escriba otro poema...
Happy, happy birthday Medellín
con afecto sincero
Marta Quiñónez
POETA MAURICIO MANCO
Proscrito:
No leo mucho. Mejor me siento, escribo y espero que la alucinación de la existencia trace los versos y los colores de la catarsis con la tinta hacen el resto.
Que pretendo, porque pretendo, que me importa son preguntas que solo mi muerte contestar. El destino es infalible, inhebitable. No puedo escapar de ser yo. De padecer habitos nocivos. De verme atrapado en este escollo mental debido a mis marcas.
Soy participe , espectador de este caos cosmológico, pieza victima de fuerzas incompresibles. Yo como yo no importo. Soy la reencarnación de muchos ciclos, profetas y apocalipsis. Soy un error de la naturaleza, incorregible, imposible. Estas traducciones que ahora os comparto poco las pensé o planee. No poseo control de ellas y su procedencia es todo un misterio hasta para mi que fui su médium. Son el regalo inconsciente por no mentirme en ningunmomento. Por sufrir en silencio y llorar de esta manera.
Mis inquietudes y mi instinto han forjado mi alma y de la consecvuencia de mis actos va quedando esto.
El caos se comfabula
Cada trauma y frustracion
Me han conducido a ester vapor.
Esta experiencia vital
Es única y por eso canto.
TODO ESTE PUTO ENGRANAJE....
....
Entrego mis pertenencias a la nada y desde ella me revuelco en las llagas de su ceniza.
Este reo se escapó. Atrapó su futuro en el instante y los segundos metafísicos ya no corren. ¡Anda vida ingrata! deshecha mis fantasías que yo las reciclaré y las pondré junto al cuchillo que no logras enterrarme.
Aún me levanto. Desordeno mis pensamientos y el resultado es la avería de mi programación. Se deforma. A veces vienen colores intensos que me envuelven y me dilatan las pupilas en una locomotora. La carretera está desierta. Ningún auto se detiene a ayudarme y tengo ampollas en los pies. Pero me acuesto en el asfalto y miro el cielo tranquilamente. ¡Qué importa si el trayecto desapareció! Si debo mendigar un plato de comida que al fin y al cabo me pertenece. Si el terremoto me desequilibra y debo esquivar los escombros que caen del techo.
Las calles ¡ja! ese cuadro inmóvil. Esa corriente con chatarra y carne uniformada. La mezclo, me la inyecto. Los huesos crujen, la respiración se entrecorta, sangre en el estómago, hambre acida ¡Deja de pensar imbécil! ¡Ríndete! La esperma de tu vela no sirve para la luz. Todo es oscuridad.
Pero reposo en la cima de una montaña, y el vacío del firmamento me llena. Pero escucho el susurro de las ramas en el bosque y su caricia me devuelve los matices. Pero me dejo llevar por un rio ¡ja! y la orilla no me importa. Tus garabatos impredecibles no bastan. El revólver que tengo en frente no me intimida. ¿Quieres erradicar este cultivo ilícito parar sembrar flores imaginarias? Pues dile a tus espectros que quebraré el espejo y vagaré herido. Tendrán que torturarme len-ta-men-te y sin piedad.
¡No pido perdón! Continuaré con mis gritos. Abriré las puertas muro sin importar cuan largo sea el corredor ¡Traicionera! Corta la soga del puente; Detén las escaleras eléctricas; Arroja las pistas a un acantilado; Reemplaza mis huellas con toxico. ¿No puedo editar la película? Pues entonces deberé escarbar en la tierra hasta encontrar otra semilla o mi ataúd.
¡Lo reitero! No estoy dispuesto a vender el alma que no es mía. Es salvaje, indomable. Las agujas que colocas en el sendero me las saco con los colmillos y hago collares, también turbinas. Con ellas surco la música. Bailo sobre este charco de lágrimas. ....
Este reo se escapó. Atrapó su futuro en el instante y los segundos metafísicos ya no corren. ¡Anda vida ingrata! deshecha mis fantasías que yo las reciclaré y las pondré junto al cuchillo que no logras enterrarme.
Aún me levanto. Desordeno mis pensamientos y el resultado es la avería de mi programación. Se deforma. A veces vienen colores intensos que me envuelven y me dilatan las pupilas en una locomotora. La carretera está desierta. Ningún auto se detiene a ayudarme y tengo ampollas en los pies. Pero me acuesto en el asfalto y miro el cielo tranquilamente. ¡Qué importa si el trayecto desapareció! Si debo mendigar un plato de comida que al fin y al cabo me pertenece. Si el terremoto me desequilibra y debo esquivar los escombros que caen del techo.
Las calles ¡ja! ese cuadro inmóvil. Esa corriente con chatarra y carne uniformada. La mezclo, me la inyecto. Los huesos crujen, la respiración se entrecorta, sangre en el estómago, hambre acida ¡Deja de pensar imbécil! ¡Ríndete! La esperma de tu vela no sirve para la luz. Todo es oscuridad.
Pero reposo en la cima de una montaña, y el vacío del firmamento me llena. Pero escucho el susurro de las ramas en el bosque y su caricia me devuelve los matices. Pero me dejo llevar por un rio ¡ja! y la orilla no me importa. Tus garabatos impredecibles no bastan. El revólver que tengo en frente no me intimida. ¿Quieres erradicar este cultivo ilícito parar sembrar flores imaginarias? Pues dile a tus espectros que quebraré el espejo y vagaré herido. Tendrán que torturarme len-ta-men-te y sin piedad.
¡No pido perdón! Continuaré con mis gritos. Abriré las puertas muro sin importar cuan largo sea el corredor ¡Traicionera! Corta la soga del puente; Detén las escaleras eléctricas; Arroja las pistas a un acantilado; Reemplaza mis huellas con toxico. ¿No puedo editar la película? Pues entonces deberé escarbar en la tierra hasta encontrar otra semilla o mi ataúd.
¡Lo reitero! No estoy dispuesto a vender el alma que no es mía. Es salvaje, indomable. Las agujas que colocas en el sendero me las saco con los colmillos y hago collares, también turbinas. Con ellas surco la música. Bailo sobre este charco de lágrimas. ....
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¡Esta proyección es solemne! ¡Esta soledad es solemne! ¡Crezco en el amanecer!, ¡Crezco en el ocaso!, ¡Crezco en la roca! Quemo esta ropa y me fumo el ripio. Soy humo. No poseo forma. Me expando, me desvanezco, me desintegro, pero ahora floto en tus circuitos. Estos cables, estos botones, estos controles, estas tuercas, todo este puto engranaje no sirve para nada ¡PARA NADA!
Hago una jodida fiesta. A sabotear. Los invito a todos. Escupan a sus patrones. Pateen a los profesores, a los policías. No nos olvidemos de llenar la piscina de mierda y arrojar al presidente y su gabinete. De desnudarnos y hacer el amor toda la noche. Mientras los sacerdotes se esconden a lavarse el culo con agua bendita para expiarlo del pecado. ....
Hago una jodida fiesta. A sabotear. Los invito a todos. Escupan a sus patrones. Pateen a los profesores, a los policías. No nos olvidemos de llenar la piscina de mierda y arrojar al presidente y su gabinete. De desnudarnos y hacer el amor toda la noche. Mientras los sacerdotes se esconden a lavarse el culo con agua bendita para expiarlo del pecado. ....
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¡No estoy sucio! Exilio a dios y su proceso hipócrita. Que se lleve su balanza adulterada y los documentos criminales que acumula para el juicio fascista ¡Que nos devuelva la tierra usurpada por sus patéticas promesas!
Derrumbar la pared etérea; Desechar la materia inútil; Cortar cada hilo manipulador; Barajar las cartas y lanzarlas al aire; profanar los lugares prohibidos; Corromper el espíritu; desolar la propiedad privada; embriagarnos con el ocio; Desbocar al inconsciente; Olvidar el porvenir; Extraviarnos en la bruma; saborear la intensidad y las cicatrices; DESTRUIRLO TO-DO. ....
Derrumbar la pared etérea; Desechar la materia inútil; Cortar cada hilo manipulador; Barajar las cartas y lanzarlas al aire; profanar los lugares prohibidos; Corromper el espíritu; desolar la propiedad privada; embriagarnos con el ocio; Desbocar al inconsciente; Olvidar el porvenir; Extraviarnos en la bruma; saborear la intensidad y las cicatrices; DESTRUIRLO TO-DO. ....
OXIDO DE MAQUINA....
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¡Que pasa hippie neutral! Creés que el amor y la paz pueden solucionar todos los problemas. Vos si estás en nada. Vivís de ilusiones. O acaso no te das cuenta que estamos en guerra ¿Y qué pensás? Que los políticos y los burgueses van a dejar el poder sacándole corazoncitos y florecitas. ¡Despertate guevón que no vivís en el país de las maravillas! ....
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La vida ya no vale nada para nadie ¿o qué? Cuantos desaparecidos que tiran a las fosas comunes y a los ríos no pagaron el alto precio de su inconformismo. Los que nos masacran sufren más por lo que gastan en balas para matarnos que por la energía asesinada. ¡Entendé de una vez! Para ellos somos latas de cerveza que aplastan para reciclar, somos telarañas que barren con la escoba para que la sala no se vea fea, somos inodoros que vacían para que no huela maluco, somos aguamasa concentrada para dársela a los marranos.....
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Viven con un diablo adentro: insaciable, insensible, cruel. Con la sangre más fría que el acero. Fuera de sus malditas oficinas y mansiones ostentosas no existe nada ¡Nada! Solo una desechable masa que es la gasolina y el aceite de su genocida máquina. ....
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¡Paz! ¡Cual hijoeputa paz! ¡Caos es lo que necesita toda esta mierda!....
SOY....
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Soy la acera de un bar. La noche y sus luces alógenas delineando cada espectro que se consume. Soy un animal, uno que escribe y se droga porque son musas que me han inspirado dolor y placer. También soy Rá. O el árbol más grande que hay en la avenida la playa. Soy she s a rainbow de los Rolling Stones. Una aguapanela con arepa, mantequilla y huevo revuelto a las 10 de la mañana. Soy una jeringa con heroína en un baño de cafetería. Soy 8 y ½ de Federico Felini. Una jirafa quemándose de Dalí. Quizás soy mi camiseta sudada. La moneda que recibo cuando mendigo. O el bosque espeso de Santa Elena sin luna. Soy los domingos en los que nadie sale a la calle. La fila interminable del SISBEN para reclamarle los remedios a mi mamá. Las tardes enteras en el aeropuerto de la Universidad de Antioquia fumando marihuana y hablando mierda. Soy el maullido del gato de mi casa. Una autopista solitaria en la madrugada. Soy el banano que vende el revueltero. La piel de una prostituta recostada en la cama de un motel. La quebrada que viene desde el morro pan de azúcar. Los periódicos que reparto en mi trabajo. Un bus pasando al lado del parque del periodista. Soy un pogo violento que corea una canción de punk. Soy el humo de mi bareto. Soy un gas lacrimógeno. Quizás soy el vaho de una alcantarilla. La llave que introduzco a la madrugada en mi puerta. El último trago de una cerveza. La bendición que me hecha mi madre antes de salir de casa. Un charco. Unos cucos mojados. Un dibujo animado. La neblina. El titulo de un libro. El foco de mi pieza. La sangre. Un grifo. Las babas en mi almohada. O tinta, solo tinta. ....
INYECCION LETAL....
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La intención oculta tras mis actos suicidas es pretender olvidar y evadir las consecuencias orgánicas. Ir mas allá de la cárcel de la carne es lo que quiero. Rebasar toda dependencia mental y convertirla en una nimiedad. Es peligroso. Algunas pruebas son difíciles de superar. Hay pócimas envenenadas cuyas consecuencias me colocan a las puertas del delirio, de una insoportable ansiedad, del temor a que por mi sangre no circulen parásitos inconscientes y dementes.....
La forma de la tercera dimensión es la perspectiva nata, natural. Con las pociones envenenadas se quiebra la esfera para quedar fragmentado en una dimensión sin límites. Deambular en la vertiginosidad y velocidad del polvo. Hundirse en el abismo de los huesos de la miseria y el desconsuelo y caer sin esperanza de tocar fondo. Una carcajada provocada por un suspiro inerte, dedicada y sacrificada a tu silencio innombrable.....
Pareciera entonces que hallo algún sentido envuelto en la fugacidad. El retorno no es el inicio, es la descomposición acelerada talves. Y a pesar de padecer esta incurable enfermedad llamada poesía me siento satisfecho viviendo en este alejado paraje de leprosos. Estoy interiormente lejos. Más que cualquiera de ustedes. Ni llegando a la distancia que está el sol podrías acercaros. Porque cuando tomo algo sólido y valioso con las manos se desvanece como el hielo. Porque intento construir un hogar en las nubes. Porque el caudaloso mar que he creado con mis manos no mitiga mi sed. ....
Más aun así continuo abonando el cultivo boscoso de parásitos y gusanos. Estoy perdido más en este laberinto no busco la salida y mucho menos un guía. Escojo las puertas que me conducen al ciclo. Y hablar de ciclos implica recorrer un vasto territorio donde soy condenado, niño, creyente, mierda, nada, rio manso y esperanza.....
La movilidad de mi espíritu está oxidada, averiada. Desencadena en una implosión que me fragmenta, que me exprime como a un limón y me deja sin un sabor sabroso que pueda imaginar y querer probar.....
Hablo con los muertos. Pero cuál de todos estos cadáveres puede nublarme con claridad. Y los vivos se comportan de manera ininteligible. A veces no soporto su comportamiento cifrado. Creo que no soy el indicado para confundirlos. Los que son como yo quizá deberían alejarse. No intervenir en la atrofia de involución. Y de paso dejar de padecer inútilmente.....
Nuestro tiempo no ha llegado.....
Cuando eso suceda no necesitaremos ni los sentidos ni la razón. Seremos pura energía. No pensaremos en el dolor del vacío porque seremos infinitamente libres. Ni la vida será algo importante. No habrá pretensiones o ilusiones. Habrá plenitud hasta donde hallemos nubarrones. Pero por ahora donde está el mago, la magia.....
Quién se sacará el nirvana de debajo de la manga y me lo regalará.....
Tengo apetito. Apetito de incertidumbre. De abrir las ventanas y que el paisaje se halla derretido y esté convertido en una alucinación inconcebible. Comer con los perros. Que me juzgue un gato. Que una paloma me cague la cabeza por los delitos que he cometido. Que las hormigas me encuentren muerto y descompuesto y me carguen con su gran fuerza y me coman en sus hormigueros. Conversar con una vaca y me enseñe a mascar hierva. También desearía pasarme la vida uniendo retazos de tela para hacer la soga más larga que exista y jalar hasta mis venas una estrella que aun no esté extinta. Robarle el cetro a dios e introducirlo en un rifle para partir con un trueno a la mujer que me niegue un beso. Ser la corriente de las alcantarillas para que el vaho se filtre en todos los lugares donde haya risas falsas y se ahoguen.....
¿Acaso es mucho pedir?....
¿Lo notas cierto? ¿Es tan obvio? Lo sé. Solo hasta este momento recuerdo eso que olvidaba: abro la boca y sale luz. ¿Te confunde? ¿Que sientes?: ¿Nauseas? ¿Frio? ¿Indiferencia? ¿Temor? ¿Alivio? ¿Impotencia?....
No importa. No importa lo que ahora no te deja cerrar los ojos y descansar. Perdona por hacerte padecer en tus entrañas. Por conducirte sin que me pidieras permiso al sentimiento subyacente que ignorabas. No te culpo. ¿A quién quieres que culpe? ¿Deseas acaso que camine en silencio hacia la horca y desaparezca para que puedas estar tranquilo?....
No te preocupes. No lo hagas. Es solo un momento. Tal y como una inyección letal. En pocos minutos dejarás de estar poseído y lloverá en el desierto otra vez. Mitigarás tu sed en las exquisitas fuentes del emperador. El fastidioso ruido cesará y el silencio invadirá tu sosiego asustadizo. Caminarás sobre las rosas marchitas y esta peste parecerá solo una pesadilla. No tendrás un rasguño, un recuerdo. Será una confusión acogedora, cálida, serena como la que emana un electrodoméstico apagado.....
No te desesperes. Pronto llegará el del mantenimiento y te reconectará. Limpiará tus circuitos. Señalará el daño en tu programación y lo corregirá. Hazme caso. Es solo eso: una inyección letal. Corta. Indolora. No te preocupes. ....
DELETTE....
....
Coloco el chip desechable en la caja artística traficada desde una sábana con dientes amarillos que tritura la pintura onírica para coquetearme proyecciones cloaca. Entonces el cohete sentidos perpetuos se avería y mis vísceras segregan trozos de explosiones atómicas. ....
....
Suena la sirena de emergencia, los mendigos paralelos hacen una hoguera para conseguir calor, pero los insectos angustia se reproducen y eyaculan corrientes eléctricas heladas.....
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Invoco a la avispa tediosa que envía los mensajes frecuenciales a mi cerebro a punto de desactivarse: acaríciame el pene con tus manos sedantes y retrocede el tiempo hasta hacer eclosionar la corriente esperanza. Cierra las compuertas expansivas del cementerio nada y fumiga las partículas de hollín en mis arterias. Tapa esos hoyos cutáneos y siembra una vez más un camino brumoso. Abre el baúl agujero negro e implosiona. Arrástralo todo y reprograma el reloj de los días polvo.....
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FLUORESENCIA....
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Los camaleones se mimetizan con los diamantes nocturnos. Las paredes hechizadas emanan las raíces que se pudren en el ruido. La impía verdad de los peces imantados de luna se pasea por pixeles rocosos que se derrumban en las baldosas acuáticas. Limosneros fluorescentes dibujan la ventana en la que baila el esqueleto drogado. La abeja hace la miel y en ellos se endulzan los ojos de vidrio opaco salidos de una película de Stanley Kubrick. Mis uñas se van para la casa porque ya tienen sueño, dormirán con la preocupación de no haber podido bailar porque los zapatos estaban mojados. Gallinazos con gabanes que vomitan metal oxidado preguntan por el inicio del camino roble alba.....
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Quién lo diría si no la pluma hueca. Cada sensación paradisiaca y el parabrisas de un auto.....
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Rosa tu trasero ardiente en el electro shock delirante. Captura mariposas suicidas a punto de salir de su capullo.....
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La corona del rey salta y su push recorre las venas de la lagartija playa de otoño. Cobre blando es la nube del desierto. El cabello de la rubia picante me baña la piel y me la hace picar como la heroína.....
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Robé las cicatrices y me las puse de sombrero, síntoma del enfermo con acuarelas en las yagas. Caramelo elástico ¿Quieres desdoblarte e ir por las pistas del rompecabezas fiesta de vaqueros? Entra en la ceniza cabra y cúbrete los labios con algodón de lija. Luego mueve la cabeza y deposita tus dientes en el reloj lava que recorre el portal sin prisa.....
....
RETAZOS DE NOCHE....
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Las calles destilan matices polícromos. Los espectros pasean por las estanterías confabuladas y diluyen la mezcla de aquella compenetración.....
....
Elije un color. Maquíllate y sal con el vestido de gala que te susurre tu soledad. Atrévete a exponer tus vísceras ante la noche soleada, o elije un rincón apartado donde penetre el veneno y haz la pócima impredecible.....
....
Que las palabras del humo, el asfalto, las luces alógenas, el calendario, la corriente, el hielo, barajen los universos paralelos y creen un cuadro efímero, único, misterioso.....
....
¿Acaso decides abrir camino a estos cometas destructivos que te manchen el traje, o prefieres eyacular sosegadamente en el rio de la música? ¿A quién buscas? ¿O quizás no esperas a nadie porque el banquete ha sido suculento, todo un blues? ¿Hueles a reo resignado con su condena, o el sabor de unos labios ardientes te devolvió el aliento?....
....
¡Levántate! Ve por otra cerveza, por la nada, o mejor reza una oración con fervor y arrepiéntete por haberte inyectado ese tiquete profano. Maldice el orbe por reírse irónicamente, penétralo con una daga y alucina vehementemente.....
....
Sois falsos porque no poseéis nada propio, lo prestáis, lo robáis, lo grabáis y cocéis la tela degradable.....
....
No me importan vuestros modales artificiales. Vuestras maletas huecas con baratijas almidonadas. Vuestro empeño en eliminar la información nociva, vuestra conciencia oxidada y averiada. Vuestra manía por adular la luz falsa que es el laberinto de vuestro extravío.....
....
¿Sois la reina del parque o el mendigo saturado de tedio? ¿Sois el fénix esperanza o el ataúd se abre y ya queréis entrar? ¿Sois la estela que persigo o las cenizas de un cigarrillo? ¿Sois el mendigo de sangre fría o la hoja a merced del viento? ¿Sois el cordero acorralado o tu bala perdida ya dio en el blanco? ....
....
Reencarnación:
Cicatrices marcadas con hielo en mi piel y en mis labios.
Caricias perdidas entre la multitud y el caos de una ciudad mecanizada y confundida.
Raíces que se pudren y germinan en bosques espesos donde me pierdo.
Callejones habitados por alucinaciones que me secuestran y persiguen en una pesadilla sin rumbo.
Tumbas de mirada abismal me invitan con sus manos huesudas a yacer en mi carne.
Mañana
Tarde
Noche
Cerrar los ojos
Morir
Y luego ver un amanecer en el que aún sigues muerto.
Siluetas rocosas se mecen de un lugar para otro. Siluetas heladas y transparentes
Livianas
Que buscan un espíritu calido en un paraje insierto.
Caminos a través de los años que conducen al principio; a las lagrimas; a sueños imposibles con musas prohibidas: acimientos frágiles que una brisa tenue derrumba.
Pasos involuntarios guiados por un sino traidor e impredescible.
Olvido
Indiferencia
Dudas
Mascaras
Esperanza
Confusión
¿Dónde estas llave prohibida?
¿Dónde estamos padeciendo impotentes?
¿Qué soy yo tiritando de frio?
¿Qué eres tu sosegado en la tragedia?
¿Por qué sin ser ciego no existe el amanecer?
¿Por qué mi viaje no tiene descanso?
¿Por qué juegas con mi dicha?
¿Por qué solo quisiera verte para preguntarte como poder continuar sin rumbo?
.................................
Mi piel esta sucia de mi de mi, de tocar la mano nauseabunda del que me sonríe porque le agrado.
Mis ojos lloran por verme. Por ver la felicidad del niño que recibe una moneda por vender un confite.
Que mi estomago vomite la sopa que la generosa cocinera me regalo porque casi se vencia y se la multiplique en joyas.
Cuantas pertenencias necesito para que me abras las puertas de tu corazón artificial. Para que me puedas vender un beso e cuotas baratas. Para que me acompañes sin cobrarme tu tiempo.
Vamos. Líbrame de mi miseria regalándome tu bondadoso remordimiento y asi poder abonar otro poco para un terreno digno de tu desinteres en el eden.
Se lo difícil que es aferrarse a la transparencia d e un acto sincero.
Se que el poder hipnótico del teatro supero la realidad y no queda mas remedio que disfrazarce.
La fantasia es tan convincente que los objetos nos han reemplazado.
Por ser nada:
Alucina y luego suprime
Que este rocio nocturno no suelte
Las riendas que sostiene n tu cordura
Que mañana estes sobrio y
Conduzcas tu cadáver al tiempo
Que los lamentos del león muten
A picaduras de vacio tolerables
A arena placentera que corte su melena
Porque he sido solo una ilusión
No te perturbes por el grito
No tengas modales con el animal
No adules este tótem de nada que soy
Esta ensalada de mocos verdes
Y pedos fetidos que soy
Este hielo derretido en la cerveza
En la ficción
En los calzoncillos
En el boyo en el inodoro
Escucha la música de tu silencio
Embriágate con la droga de tu vida
Despedázate con tu dolor
Y da gracias por el
Por fracasar
Por llorar
Por tener nada
Por ser nada.
Carta a mi madre
Hace poco me dijiste que yo había nacido aburrido. Que pequeño me ponía a llorar sin motivo y tú me preguntabas el porque? y yo te contestaba simplemente que no sabía, que sencillamente estaba triste.
Ese sentimiento poco ha cambiado. Sigo triste, sigo llorando. Por qué persiste ese sentimiento te preguntarás querida madre, tengo salud, una vida por delante, humildemente, nada me falta.
Sé que toda la vida has luchado, sacrificada por mí, por mi bienestar, por mi comodidad. Sé que te has privado de conseguir cosas para ti, sólo para dármelas, por tenerme contento y tranquilo. Sé que has dejado de comer sólo para que yo lo haga.
Y es por ese sacrificio abnegado y ciego que considero eres el único ser humano que amo.
No eres inteligente, eres sumisa, conformista, noble, sincera, religiosa.
Algunas de estas características las desprecio del resto de la humanidad.
Pero a ti te convierten en lo que eres. Esa persona a la que amo y sabes por qué? Porque en ti son verdaderas virtudes, cualidades; cualidades que me enseñan y a veces consternan por lo sólidas e inquebrantables.
Para mí no eres alguien falso como todos. Es más, creo que si no existieras me sería imposible creer que alguien puede ser así de bueno con otro. Eres una de las pocas razones por las que me levanto, lucho, espero, continúo existiendo.
Me das fuerza, aliento. Estás del lado de la balanza de la esperanza, del rumbo.
Sin tí estaría extraviado, quizá hasta muerto.
Sin embargo aunque tú no lo creas, yo soy un mal hijo. Ahora que ya no puedes trabajar; que agotaste todas las fuerzas manteniéndome. Que te humillaste trabajando para burgueses explotadores por casi nada, por una limosna, sólo para llenar algo de comida y tener un techo para los dos, los papeles deberían cambiar. Yo debería estar convertido en un ser agradecido, abnegado, que retribuya todo lo que tú me diste.
Pero no. No lo soy. Soy esto. Sé que desde pequeño te ha consternado mi manera de ser. Mis decisiones absurdas . Quizá muchas veces has rogado al cielo para que yo cambie, para que me comporte como todos. Que trabaje, estudie, que no desperdicie mi vida en lo que hago. Y sé que no lo has hecho por egoísmo, porque desgraciadamente mi forma de ser, mis actos y mis decisiones influyen directamente en tu vida.
Sino al contrario, por mi bienestar, porque mi futuro no llegue a ser tan desgraciado como el tuyo.
Pero no te preocupes por eso ma. Mis decisiones y mis actos tienen un porqué parecieran llamadas por un absurdo impulso. Pero por lo general tienen un propósito claro. Ma, yo no busco la fortuna, el éxito, como todos. Para mí son propósitos insignificantes, vanos.
Yo busco algo más complicado, y por ende más complicado de obtener que la fortuna o el olivero. ¿Qué busco? Busco sentirme tranquilo con mis actos, busco no ser un ignorante más, vacío.
No ser un humano más: indiferente, mezquino, egoísta, lo contradictorio es que mis propósitos a veces me hacen ser así contigo.
Y no pienses que no me duele. Pero por favor no me juzgues. No estudio por una razón, no trabajo por una razón, no me mantengo en casa aplastado en la cama viendo televisión como idiota por una razón. No es mala. Me gustaría que pudieras entenderme. Y a pesar de todo sé que lo más importante, que lo más te interesa es que esté contigo. Con hambre, con fríos, pero contigo. Acompañando tu soledad.
Tú también acompañas la mía. Es que aunque suene extraño los dos nos parecemos mucho. O si no mira nuestras soledades, no tenemos amigos, quizá ni familia, solo nos tenemos mutuamente.
Ojalá tuviera la suficiente fuerza de voluntad, el suficiente amor para brindártelo todo. Sé que te conformarías con poco.
El puto idealismo sólo me ha dado problemas. Yo mismo he desperdiciado muchas oportunidades para que nuestra vida cambie. Yo mismo he buscado, persiguiendo a la ruina, al sufrimiento.
Perdóname má. Y aunque sé que piensas qu eno hay nada que perdonar, porque me amas demasiado como para juzgar mis errores. Creéme que quisiera rescatarte de la arena movediza y humdirme yo sólo.
Madre, sé que has vivido duro, que has tenido sueños muchos de los cuales no pudiste cumplir. Quizá tuviste una esperanza en mi semilla y también fracasó. Pero creeme que también he tenido una vida dura. También con sueños incumplidos con esperanzas fracasadas ¿A quién culpamos de esto entonces? Eres una víctima tan frágil, tan inocente. Todos se aprovechan de ti. Todos te dan la espalda. Pero yo estoy aquí. Sigo aquí. Y aunque no halla que comer, ni donde dormir, seguro estaré. Debemos en la necesidad alimentarnos y calentarnos del frío con nuestra compañía.
Perdóname por todos los reclamos infames e injustos que te hago por haberme traido al mundo, que seguro continuarán, perdóname por derrochar el dinero con el que podríamos comer o pagar un arriendo en drogas. Perdóname por juzgarte por tu ignorancia como lo hacia cualquier otro imbécil insensible.
Y no me perdones. Nuestros actos no importan. Nos esperan quizá días peores, poruqe sabes que nada tenemos y que difícilmente yo cambiaré.
Pero te quiero. Me dueles y desgraciadamente sólo te puedo brindar mi compañía. Me tendrás que soportar si me amas. Es una maor doloroso, un amor que dificilmente se transformará en materia. Come amor. Haste un vestido con él. Alíviate con él. No esperes nada más.
Pero madre, te aseguro que mi poesía quizá lo único material que produciré. Eres tú, son todos. Es amor sufrido, parido dolorosamente. Un hijo peor que yo. Perdóname por ponerlo encima tuyo,
por preferir su dolor a nuestro bienestar . Si alguna culapable hay de lo que nos pasa es ella. Perdóname - desconozco su procedencia, desconozco porque me elige, me conduce, me domina. Ella es la causa. Siquiera maldícela. Ora porque se vaya de mí. Nos haría un gran favor al hacerlo. Porque te aseguro madre, que si me sigue habitando estamos perdidos. Esa egosita será la única que brillará y se salvará. Tú y yo, solo somos su sombra, su mierda, Me utiliza y de paso te arrastra conmigo.
Madre, la subestimé, la tomé como un juego y como ya he escrito, "Después de descubrirla, de profanarla, de que se me metiera en las entrañas. Sólo me queda arrojar un lamento inútil en una orbe sin sentido".
Estamos tú y yo y la poesía. Jamás nos dará nda madre, pere quiérela como a mí.
Somos inocentes madre. Lo hice si algún día; nos juzgan; mostraré todos mis papeles y serán la prueba. Todo esta más alla de nuestro entendiemiento. No es nuestro destino, ni deber entender el porque de lo que nos pasa.
No te preocupes por nada.
Estas salvada, estoy seguro. Madre no evitaré sufrir. Perdóname.
Chip desechable:
Saboreo el devenir. Yo. El innombrable espectro quemado y purificado e la poesía me he dado un balazo en la sien y he muerto.
Teletransportado al meteorito pandemico me dirijo a la tierra para hacerla implosionar carcomer en una catarsis psicotrópica.
Sali del abono con mi cerebro podrido hediendo a tinta y solo me resta andar las calles como un perro sarnoso; como un gallinazo trasnochado precipitado en picada hacia la luna de humo; hacia el aliento del búho; hacia el vaho y el sudor y el gemido del asfalto; hacia el aullido del silencio; hacia la lija que pule el metal absuro, intrincado, averiado, traficado, envenenado… asi que:
¡brindemos con la cabeza de cerdo de un burgues y metamosle un hierro caliente por la boca!
¡brindemos con los cartones putrefactos de la academia y limpiémonos el culo con ellos!
¡brindemos con las gorras de los policías llenas de vomito y bailemos sobre las túnicas de los curas!
Brindemos por el hibrido agujero negro que dinamitara los placebos cerebrales para rejurjitarlos en el caos!
Interpretación:
Las figuras que se mecen en el caos
Las siluetas de las sombras
Naufragando en el deseo
Esa arena que se escapa entre los dedos
Que dibuja con su llanto
Un sendero hacia el abismo
En el viento y en el tiempo
El eterno sueño efímero
De los presos del reflejo
La ilusión creada por los hilos
El orgasmo los espectros
El camino entre las nubes el infierno
Que conduce a ningún lado
Que la inicio nos regresa
Su ruleta de navios extraviados
Carta a mi madre
Hace poco me dijiste que yo había nacido aburrido. Que pequeño me ponía a llorar sin motivo y tú me preguntabas el porque? y yo te contestaba simplemente que no sabía, que sencillamente estaba triste.
Ese sentimiento poco ha cambiado. Sigo triste, sigo llorando. Por qué persiste ese sentimiento te preguntarás querida madre, tengo salud, una vida por delante, humildemente, nada me falta.
Sé que toda la vida has luchado, sacrificada por mí, por mi bienestar, por mi comodidad. Sé que te has privado de conseguir cosas para ti, sólo para dármelas, por tenerme contento y tranquilo. Sé que has dejado de comer sólo para que yo lo haga.
Y es por ese sacrificio abnegado y ciego que considero eres el único ser humano que amo.
No eres inteligente, eres sumisa, conformista, noble, sincera, religiosa.
Algunas de estas características las desprecio del resto de la humanidad.
Pero a ti te convierten en lo que eres. Esa persona a la que amo y sabes por qué? Porque en ti son verdaderas virtudes, cualidades; cualidades que me enseñan y a veces consternan por lo sólidas e inquebrantables.
Para mí no eres alguien falso como todos. Es más, creo que si no existieras me sería imposible creer que alguien puede ser así de bueno con otro. Eres una de las pocas razones por las que me levanto, lucho, espero, continúo existiendo.
Me das fuerza, aliento. Estás del lado de la balanza de la esperanza, del rumbo.
Sin tí estaría extraviado, quizá hasta muerto.
Sin embargo aunque tú no lo creas, yo soy un mal hijo. Ahora que ya no puedes trabajar; que agotaste todas las fuerzas manteniéndome. Que te humillaste trabajando para burgueses explotadores por casi nada, por una limosna, sólo para llenar algo de comida y tener un techo para los dos, los papeles deberían cambiar. Yo debería estar convertido en un ser agradecido, abnegado, que retribuya todo lo que tú me diste.
Pero no. No lo soy. Soy esto. Sé que desde pequeño te ha consternado mi manera de ser. Mis decisiones absurdas . Quizá muchas veces has rogado al cielo para que yo cambie, para que me comporte como todos. Que trabaje, estudie, que no desperdicie mi vida en lo que hago. Y sé que no lo has hecho por egoísmo, porque desgraciadamente mi forma de ser, mis actos y mis decisiones influyen directamente en tu vida.
Sino al contrario, por mi bienestar, porque mi futuro no llegue a ser tan desgraciado como el tuyo.
Pero no te preocupes por eso ma. Mis decisiones y mis actos tienen un porqué parecieran llamadas por un absurdo impulso. Pero por lo general tienen un propósito claro. Ma, yo no busco la fortuna, el éxito, como todos. Para mí son propósitos insignificantes, vanos.
Yo busco algo más complicado, y por ende más complicado de obtener que la fortuna o el olivero. ¿Qué busco? Busco sentirme tranquilo con mis actos, busco no ser un ignorante más, vacío.
No ser un humano más: indiferente, mezquino, egoísta, lo contradictorio es que mis propósitos a veces me hacen ser así contigo.
Y no pienses que no me duele. Pero por favor no me juzgues. No estudio por una razón, no trabajo por una razón, no me mantengo en casa aplastado en la cama viendo televisión como idiota por una razón. No es mala. Me gustaría que pudieras entenderme. Y a pesar de todo sé que lo más importante, que lo más te interesa es que esté contigo. Con hambre, con fríos, pero contigo. Acompañando tu soledad.
Tú también acompañas la mía. Es que aunque suene extraño los dos nos parecemos mucho. O si no mira nuestras soledades, no tenemos amigos, quizá ni familia, solo nos tenemos mutuamente.
Ojalá tuviera la suficiente fuerza de voluntad, el suficiente amor para brindártelo todo. Sé que te conformarías con poco.
El puto idealismo sólo me ha dado problemas. Yo mismo he desperdiciado muchas oportunidades para que nuestra vida cambie. Yo mismo he buscado, persiguiendo a la ruina, al sufrimiento.
Perdóname má. Y aunque sé que piensas qu eno hay nada que perdonar, porque me amas demasiado como para juzgar mis errores. Creéme que quisiera rescatarte de la arena movediza y humdirme yo sólo.
Madre, sé que has vivido duro, que has tenido sueños muchos de los cuales no pudiste cumplir. Quizá tuviste una esperanza en mi semilla y también fracasó. Pero creeme que también he tenido una vida dura. También con sueños incumplidos con esperanzas fracasadas ¿A quién culpamos de esto entonces? Eres una víctima tan frágil, tan inocente. Todos se aprovechan de ti. Todos te dan la espalda. Pero yo estoy aquí. Sigo aquí. Y aunque no halla que comer, ni donde dormir, seguro estaré. Debemos en la necesidad alimentarnos y calentarnos del frío con nuestra compañía.
Perdóname por todos los reclamos infames e injustos que te hago por haberme traido al mundo, que seguro continuarán, perdóname por derrochar el dinero con el que podríamos comer o pagar un arriendo en drogas. Perdóname por juzgarte por tu ignorancia como lo hacia cualquier otro imbécil insensible.
Y no me perdones. Nuestros actos no importan. Nos esperan quizá días peores, poruqe sabes que nada tenemos y que difícilmente yo cambiaré.
Pero te quiero. Me dueles y desgraciadamente sólo te puedo brindar mi compañía. Me tendrás que soportar si me amas. Es una maor doloroso, un amor que dificilmente se transformará en materia. Come amor. Haste un vestido con él. Alíviate con él. No esperes nada más.
Pero madre, te aseguro que mi poesía quizá lo único material que produciré. Eres tú, son todos. Es amor sufrido, parido dolorosamente. Un hijo peor que yo. Perdóname por ponerlo encima tuyo,
por preferir su dolor a nuestro bienestar . Si alguna culapable hay de lo que nos pasa es ella. Perdóname - desconozco su procedencia, desconozco porque me elige, me conduce, me domina. Ella es la causa. Siquiera maldícela. Ora porque se vaya de mí. Nos haría un gran favor al hacerlo. Porque te aseguro madre, que si me sigue habitando estamos perdidos. Esa egosita será la única que brillará y se salvará. Tú y yo, solo somos su sombra, su mierda, Me utiliza y de paso te arrastra conmigo.
Madre, la subestimé, la tomé como un juego y como ya he escrito, "Después de descubrirla, de profanarla, de que se me metiera en las entrañas. Sólo me queda arrojar un lamento inútil en una orbe sin sentido".
Estamos tú y yo y la poesía. Jamás nos dará nda madre, pere quiérela como a mí.
Somos inocentes madre. Lo hice si algún día; nos juzgan; mostraré todos mis papeles y serán la prueba. Todo esta más alla de nuestro entendiemiento. No es nuestro destino, ni deber entender el porque de lo que nos pasa.
No te preocupes por nada.
Estas salvada, estoy seguro. Madre no evitaré sufrir. Perdóname.
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